Creo que casi toda mi vida la he vivido como una batalla, una guerra que siempre he esperado ganar. Cansada y agotada, así me encontraba siempre. Poner nombre a esa vivencia me ha hecho despertar a un mundo diferente. Cuando tu punto de partida es otro todo cambia. Afrontar las cosas y las situaciones desde el amor hace que cambien los pensamientos, las palabras, la voz e incluso la forma de relacionarnos.

Quizá te sientas identificado en un momento de tu vida en el que también hayas vivido una batalla interior.

Cuando hablo de afrontar esas situaciones desde el amor estoy hablando del amor hacia mí.

Sí, soy una guerrera pero eso no implica que todo lo tenga que vivir desde el conflicto quitándome mi paz.

Todo cambia cuando dejas la batalla de lado.

Desde el amor no pierdo mi paz ni mi equilibrio.

Desde el amor y con asertividad puedo decir NO o luchar por lo que quiero.

No todo es una guerra en la que se lucha en cada momento.

Vivo en paz. Mi calma y mi felicidad es lo primero.

¿QUIERES INTENTARLO?